En los últimos años el panorama de los portátiles para jugar ha estado dominado por MSI y, en menor medida, por ASUS. El caso de MSI es bastante especial porque ha conseguido exclusividades de Intel en las últimas generaciones para poner en el ciertos mercados como el español sus portátiles con procesadores recién presentados casi al instante. El resto de compañías han tenido que esperar semanas, o algún mes que otro, para tener sus portátiles a la venta con los últimos procesadores.

Pero eso podría ir cambiando paulatinamente porque las marcas menos relacionadas con los jugones en cuanto a portátiles han redoblado esfuerzos para cambiar esa percepción. Además de mejorar notablemente sus equipos, tanto en el terreno de la refrigeración como del diseño. Por eso Dell, HP, Acer y Lenovo están comiéndole terreno a ASUS y MSI en los últimos meses, reclamando su parte del pastel de los portátiles para jugar.

Estas marcas han estado promocionándose intensamente en el sector de los deportes electrónicos, y están calando sus productos. Por ejemplo, Lenovo dispone ahora del 30 % del mercado chino, y Dell ha aumentado sus ventas de portátiles para juegos, tanto de la propia marca como de la submarca Alienware. Otros competidores secundarios, como Razer o Gigabyte, están logrando tracción entre los consumidores. Incluso Xiaomi se ha unido al sector, con éxito, este mismo año.

Lo bueno de esto es que las exclusividades de MSI podrían acabarse y que lleguen más rápido al mercado los portátiles de otras compañías con los últimos procesadores o tarjetas gráficas. También, cuanta más competencia se podrán ver mejores precios. El cambio de tendencia de ASUS-MSI al resto de fabricantes se intensificará de aquí al final de año, con estas dos empresas perdiendo el control conjunto del 50 % del sector.

Vía: TechSpot.