ASRock ha iniciado su andadura en el terreno de las tarjetas gráficas, y ha optado por asociarse con AMD para ello. De momento había presentado tarjetas gráficas basadas en unidades gráficas (GPU) Polaris, y ahora ha presentado sus tarjetas basadas en los chips Vega. No son modelos personalizados, sino los de referencia de AMD tanto de la RX Vega 56 como de la RX Vega 64.

Eso significa que es el mismo diseño que usa AMD tipo turbina, con un único ventilador pequeño y una cobertura de plástico en torno a la PCB y disipador, que no está mal para un uso normal de la tarjeta pero no permite subir la GPU sin hacer bastante ruido. Las GPU usan las frecuencias de referencia, de 1156 MHz de base y 1471 MHz de turbo en el caso de la Vega 56, y 1247 MHz de base y 1546 MHz de turbo en el caso de la RX Vega 64.

Las tarjetas tienen un tamaño de 280 mm × 127.5 mm × 41 mm, y cuentan con dos conectores PCIe de ocho pines para la alimentación. También tienen un conector HDMI 2.0b y tres DisplayPort 1.4. El precio al que lleguen al mercado en las próximas semanas dependerá de la situación del sector en su conjunto, pero con el hundimiento de la criptominería podría ser entre 500 y 550 euros para la RX Vega 56 y de 600 a 650 euros para la RX Vega 64. Pero tienen que bajar bastante todavía para los 400 y 500 euros que tenían de PVPR estas tarjetas cuando las presentó AMD el pasado verano.