Apple se dio por aludida el año pasado por el hecho de que había dejado de lado al sector profesional que suele comprar sus productos para centrarse en el sector consumo. Las críticas hacia la lata el Mac Pro de finales de 2013 han estado centradas en la falta de actualizaciones de sus componentes. Cuatro años casi sin cambios y sigue a la venta casi con las mismas características. Apple anunció cambios importantes en esta serie, y si bien inicialmente los podría tener listos para este año, finalmente habrá que esperar a 2019.

Con la intención de «ser transparentes» con la comunidad profesional que usa los productos de Apple, ha ido la nueva fecha alegando que necesitan un tiempo adicional para tener listo el producto que esperan esté a la altura de los más exigentes. Han estado contratando a gente experta para crear flujos de trabajo que emulen al contenido real que se desarrollaría en los Mac para encontrar factores limitantes y eliminarlos de los equipos. Eso implica que están investigando desde cero todos los puntos de vista: el sistema operativo, los controladores, las aplicaciones específicas, los procesadores, etc.

Pone de ejemplo una ventana en una aplicación que los diseñadores abren cien veces al días. La velocidad de apertura normal de esa ventana es de 6 a 10 segundos, y teniendo en cuenta que no es una acción superintensiva de procesador, investigaron cómo reducir ese tiempo de apertura, y descubrieron un problema en los controladores gráficos, ganando inmediatez en la apertura de esa misma ventana.

Junto al nuevo Mac Pro llegará un monitor que esté a la altura del equipo, o algo así como la pantalla del iMac Pro —y para 2019, seguramente bastante, bastante mejor— pero vendida por separado.

Vía: The Verge.