Microsoft está muy orgullosa de lo que ha creado con la Xbox One X, y desde un principio se planteó que fuera compatible con la tecnología de refresco adaptativo FreeSync. Finalmente la compañía ha añadido su inclusión en una versión del firmware de la Xbox One que llegará en los próximos días y que añadirá esta característica para toda la familia de consolas Xbox One. En el caso de la Xbox One X, también podrá hacer uso de FreeSync 2, que es necesario para el refresco adaptativo combinado con las imágenes de alto rango dinámico (HDR).

Para aprovechar esta característica es necesario dispone de un monitor o televisor con FreeSync sobre HDMI. Además, también van a añadir un modo juego de activación automática a la consola que permitirá reducir la latencia de entrada para mejorar la experiencia de juego. En ambos casos, los televisores compatibles con ambas características, como por ejemplo algunos modelo de Samsung, llegarán próximamente. Mientras tanto, solo se podrá aprovechar FreeSync en monitores. A los juegos que funcionen a 30 FPS probablemente no aporte nada nuevo ya que FreeSync tiene un mínimo de fotogramas por segundo por debajo del cual se activa la sincronización vertical básica y generalmente es 30 a 40 FPS según el monitor, pero en los juegos que funcionen a 60 FPS se podría notar más si bajan —como suele ocurrir— por debajo de esos 60 fotogramas.

En el primer episodio del programa mensual Inside Xbox han dado también muchos detalles de su próximo exclusivo —que también estará en Windows 10—, Sea of Thieves, y cómo se hizo el juego, su música, y otros aspectos del mismo. Otras características que llegarán a la Xbox One es un rediseño del navegador Edge para que sea igual a la versión de Windows 10, y la posibilidad de compartir con un espectador de una retransmisión, momentáneamente, los controles de la Xbox One —todos los botones salvo el de guía—.

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