Uno de los aspectos positivos de los procesadores Ryzen es que AMD se ha comprometido a seguir usando el zócalo AM4 que usan hasta al menos 2020. Eso son 23 a 35 meses más de compatibilidad de los procesadores de AMD con ese socket, pero con un pequeño inconveniente: que los procesadores más recientes necesitarán de una actualización del BIOS de las placas base. AMD ha intentado anticiparse a potenciales problemas pidiendo a los fabricantes de placas base que incluyan una nueva etiqueta aclaratoria en las cajas de placas base que están actualizadas, pero obviamente siempre hay despistados —y bastantes—.

Por eso AMD ha redoblado esfuerzos en el apartado de que los consumidores puedan utilizarn los Ryzen 2000, lo que incluye las APU Raven Ridge, con las placas base. Por un lado, ha dado algunos consejos para los que se quejan de que su APU «no funciona con la placa base, ¿qué hago?». La solución pasa por usar un procesadores serie Ryzen 1000 para hacer la actualización del BIOS, pero eso no es posible para el usuario normal —tendrían que comprar un procesador específico para ello—. Es un problema recurrente, tanto en AMD como Intel, al lanzar una nueva generación de procesadores.

La otra forma, más práctica pero igual de frustrante para el consumidor que no se haya enterado de este problema —insisto en que son muchos—, es obtener un kit de arranque a AMD para instalar un nuevo BIOS sin tener que instalar un procesador compatible. Se tiene que hacer a través del servicio de garantía de AMD, tras lo cual la compañía enviará, una vez indicados los datos del producto como el número de serie o número de componente, el kit de arranque. También indica que se puede solicitar la actualización a la tienda en la que se haya comprado la placa base, pero por mi experiencia es un servicio que te lo van a cobrar.

Vía: TechPowerUp.