AMD no ha conseguido proporcionar suficientes chips Vega a los ensambladores como para, cuatro meses después, estén ya en el mercado los modelos personalizados. Tampoco es que haya recibido muy buenas críticas por su potencia o consumo —en algunas ocasiones injustificadas—, y hay una gran cantidad de usuarios que no han cambiado a Nvidia todavía que tienen la mirada puesta en la arquitectura a suceder a Vega.

Se trata de Navi, la cual ya ha aparecido en los controladores para Linux, como necesidad de la compañía para que sus socios y ellos mismos puedan empezar a probar el producto en diversos escenarios, incluido el de los servidores.

new_chip.gfx10.mmSUPER_SECRET.enable [0: 0]

Es al menos un buen indicio de que el desarrollo de Navi sigue sin problemas, ahora bajo la supervisión de la directora general de AMD, Lisa Su, una vez que Raja Koduri ha partido en pos de tierras más fértiles —y un fajo de billetes mayor— como son las de Intel.

Las tarjetas gráficas basadas en la arquitectura Navi, mencionada como gfx10 en los controladores de Linux —Vega es la gfx9— se esperan para finales de 2018 —o 2019 si se hacen caso a los rumores de su retraso— y estarían en principio fabricadas con un proceso litográfico a 7 nm. A modo de broma, en lugar de poner el nombre en clave de la nueva arquitectura (como Ellesmere) han puesto SUPER_SECRET. ¿Quizás no sea Navi sino algo distinto?

La hoja de ruta de AMD depende de cómo lleve GlobalFoundries las pruebas de este proceso de fabricación. AMD apostó hace un par de años por saltarse la generación de chips a 10 nm por una hoja de ruta más arriesgada que pasaba de los 14 nm a los 7 nm, aunque recientemente se sumó a ella un proceso de 12 nm en vez de uno 14 nm+ para los nuevos refrescos de Ryzen, Polaris y Vega. Si AMD es lista, en esta ocasión optarán por usar memoria GDDR6 para los modelos para jugones y dejar el HBM2 o HBM3 para los modelos para cómputo como hace Nvidia.

Vía: WCCFTech.