La aparición de una nueva versión de Android está acompañado por un lentísimo ritmo de adopción por parte de los fabricantes. La actualización del sistema operativo en los teléfonos de gama media y baja es casi un cuento de niños, y los de gama alta se dan la prisa justa por actualizarlos pese a que te has gastado de 500 a 800 euros en uno de ellos pocos meses atrás. Así las cosas, los únicos que reciben las nuevas versiones de Android son los Pixel y Nexus de Google en los primeros meses, y son solo una pequeña parte del porcentaje total que accede a la Play Store cada mes.

En los siete días que terminan en el 9 de diciembre, tan solo un 0.5 % de los dispositivos tienen ya Android 8.0 Oreo. La versión que ha tenido una subida más fuerte ha sido Android 7.0 Turrón, que pasa del 20.6 % al 23.3 %, ya que una gran mayoría de los teléfonos que se venden ahora es la versión que incluye. Otros teléfonos de gama media y baja usan la versión 6.0, que pasa del 30.9 % al 29.7 %, y Android 5.0, incluido en teléfonos y tabletas actualmente muy baratos, también baja del 27.2 % al 26.1 %. Android 4.4 KitKat, la primera versión realmente decente de Android, pasa del 13.8 % al 13.4 %, y las versiones de 4.1 a 4.3 pasa del 6.2 % al 5.9 %.

No son cifras muy alentadoras, aunque Android 8.0 Oreo incluye el proyecto Treble que permitirá en un futuro a los fabricantes actualizar el sistema operativo sin tocar su capa de personalización y modificaciones del propio sistema operativo. Para ello tendrán que recrear esas modificaciones según un formato de Google, y eso todavía les llevará meses. Quizás para 2019 las actualizaciones de Android lleguen más rápidamente a los smartphones, pero de momento se lo toman con la misma calma de siempre, dejando a los usuarios atrás y fomentando la venta de los teléfonos más modernos en su lugar.

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Vía: 9to5Google.