Netflix ha hecho una fuerte apuesta por la creación de contenido propio, y eso significa que a medida que va captando nuevos clientes, sus costes también van aumentando. No es la primera vez que Netflix ha subido el precio del servicio, y probablemente no será la última, ya que desde hoy los dos planes más caros que tiene son un poquito más caros.

El plan básico para reproducir contenido por un usuario a la vez se mantiene en 7.99 euros, con acceso a contenido a 720p. El plan estándar pasa de 9.99 € a 10.99 €, para dos usuarios simultáneos y contenido a 1080p. El plan prémium sube de 11.99 € a 13.99 €, manteniéndose en cuatro usuarios simultáneos y contenido reproducible a 4K UHD.

Este último plan suele ser compartido por esos cuatro miembros, por lo que la subida repartida entre ellos será de unos 50 céntimos, que no es mucho, pero es una subida que baticina nuevas subidas el próximo año. Si al menos la calidad de todas las series y películas que está produciendo Netflix fueran buenas, se entendería. Pero es que hay auténticos truños que se están produciendo gracias a estas subidas de precio que no deberían de existir.

La subida ya se ha hecho efectiva para los nuevos suscriptores, manteniendo el mes gratuito, y para el resto se hará efectiva a partir del 19 de octubre.