Dell anunció hace semanas que había llegado a un acuerdo con AMD para ser el único ensamblador que vendiera equipos con procesadores Ryzen Threadripper. Ese acuerdo frutificó en una edición especial del Area 51 de su submarca Alienware, de la que ya han empezado a aparecer análisis.

El equipo analizado, de más de 4000 dólares, incluye el Threadripper 1950 X de 32 núcleos lógicos, y en frente tiene al Core i9-7900X de 20 núcleos lógicos, el primero con memoria DDR4-2666 y el segundo con DDR4-3200. Las pruebas se centran en probar con la configuración de una GTX 1080 Ti. Como plataformas generalistas también lo prueban con el Core i7-7700K y el Ryzen 7 1800X.

Ambos procesadores se sitúan en el mismo precio, unos 1099 euros. En la prueba Fire Strike Ultra, todo los procesadores quedan a una distancia cercana, aunque el Core i9-7900X destaca en el apartado de CPU de Time Spy. Sin embargo, en Cinebench R15 el Threadripper gana por más de un 30 % de diferencia, y en Blender 2.78c consigue pasar la prueba en un 20 % menos de tiempo.

En juegos la historia es similar, aunque el Area 51 se queda un pelín atrás, muy poco. En DX 11 obtiene 68 FPS, mientras que en DX12 se queda en 63 FPS frente a los 67 del Core i9-7900X. Poca diferencia, aunque hace muy necesaria una batería de pruebas más variada. En definitiva, el procesador Threadripper va orientado a profesionales sobre todo, pero el Area 51 no cuenta con un buen sistema de refrigeración y además es ruidoso, que para los más de 4000 dólares que cuesta se podrían haber esmerado más.

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