Xiaomi ha presentado una nueva phablet, Mi Mix 2, que si bien en el aspecto estético no tiene nada reseñable —es un nuevo clon del iPhone 6—, en el terreno de las características puede convencer a más de uno para que lo compren. Incluye una pantalla de 6.44 pulgadas y una batería de 5300 mAh, con la que Xiaomi promete dos días de autonomía, o 18 horas viendo vídeos.

Para que recargarla no sea una labor eterna, dispone de carga rápida de 18 W, a través de un conector USB tipo C, con lo que se puede recargar el 68 % de su capacidad en una hora. El procesador elegido es un Snapdragon 625 de ocho núcleos Cortex-A53 a 2 GHz con GPU Adreno 506 a 650 MHz. Dispone de 4 GB de RAM y 64 o 128 GB de almacenamiento, con expansión por tarjeta micro-SD, por lo que está orientada a un público que haga un fuerte uso multimedia del teléfono, o los que no quieran llevar un teléfono y una tableta encima.

La pantalla tiene una resolución de 1920 x 1080 píxeles, es de tipo IPS, con un brillo de 450 nits y cubre el 72 % de la gama de color NTSC. El smartphone tiene un tamaño de 174.1 x 88.7 x 7.6 mm y pesa 211 g. La cámara principal es de 12 Mpx con apertura f/2.2, y la secundaria de 5 Mpx con apertura f/2.0. Xiaomi ha hecho grandes progresos en el software de sus cámaras en el último par de años, por lo que, salvo sorpresas, deberían ser unas cámaras más que decentes. Incluye un lector de huellas dactilares en la parte posterior.

El precio del modelo de 4 GB y 64 GB es de 1699 yuanes —unos 220 euros al cambio directo, o más hacia los 300 euros con impuestos y tasas de importación—, mientras que el modelo con 128 GB de almacenamiento cuesta 1999 yuanes —unos 350 euros con impuestos—.