Análisis de MSI GS63VR 7RF Stealth Pro: cuerpo de aluminio, delgado y potente en juegos

MSI sigue poniendo en el mercado sus renovados portátiles con los últimos procesadores Kaby Lake y tarjetas gráficas Pascal, y le ha llegado el turno a uno que me gusta especialmente. Es un equipo con su carcasa externa en aluminio y que cuenta con un peso de tan solo 1.8 kg con un grosor de 17.7 mm.

Se acerca al terreno de los ultrabooks, aunque con mucha más potencia, y un precio de gama alta de verdad. La línea GS63VR está orientado a los que quieren un portátil para jugar pero quieren que el equipo sobre todo siga siendo portable con comodidad.

Diseño y hardware

La caja en la que viene empaquetado este portátil tiene un cuidado diseño con un prominente logo de MSI en el centro en color rojo. Viene envuelto en una bolsa de plástico y una bolsa negra con el logo de MSI en blanco para que se meta en ella para protegerlo en los viajes.

Una vez sacado el portátil se pueden ver dos cajas, en la que una contiene la información de garantía, disco de controladores y la fuente de alimentación, y el cable de la fuente está situado en una caja separada en la parte izquierda de la caja principal. Al abrir la tapa del portátil se ve una tela para proteger la pantalla y el teclado.

El GS63VR 7RF Stealth Pro cuenta con un buen acabado en aluminio, aunque la tapa inferior es de plástico con una superficie de piel suave. El botón de encendidio está en la parte más cercano del lateral derecho, que es una posición algo extraña para el botón y que puede a más de uno y de dos toques involuntarios.

En la parte derecha se sitúa la toma de corriente, un mini-DisplayPort, un HDMI, un USB tipo C —compatible con Thunderbolt 3, USB 3.1 y DisplayPort— y un USB 2.0. En la parte de la izquierda se tiene un Ethernet, tres USB 3.0, dos conectores de audio de 3.5 mm, y un lector de SD. En el borde frontal, a la derecha, se encuentran los indicadores de carga, reposo, uso del almacenamiento y Bluetooth.

La pantalla es de 15.6 pulgadas tiene una resolución 4K UHD —3840 x 2160 píxeles—, de tipo IPS de gran calidad. Puede resultar un poco extraña la elección para un equipo con una GTX 1060, pero es perfectamente normal para dotarle de una resolución de alta densidad, que lleva a que se pueda ver el escritorio de manera muy nítida.

Es algo similar a lo que ocurre con las pantalla de 450 PPP que son muy habituales en teléfonos, pero en este caso son 283 PPP, muy por encima de los típicos 90 a 110 PPP de los monitores de sobremesa 1080p. La pantalla tiene una gran calidad en la reproducción de colores, y junto con la nitidez los considero dos factores de éxito de este portátil. Para los que no quieran la pantalla 4K, no le vean uso o quieran gastarse menos en el portátil, también se puede comprar con una pantalla Full HD.

Además de la GeForce GTX 1060 de 6 GB de movilidad, que es algo menos potente que la versión de sobremesa, el GS63VR está equipado con un procesador Core i7-7700HQ, que es una compañera decente para la potencia de esta tarjeta gráfica. Usa una placa base con chipset HM175, y los 16 GB de memoria que incluye son de 2400 MHz —los Kaby Lake aceptan de base 2133 o 2400 MHz, sin entrar a usar XMP para más velocidad—. En el apartado del almacenamiento, incluye 512 GB de SSD de tipo PCIe 3.0 x4, y un disco duro de 1 TB de 5400 RPM.

Puesto que es un portátil, en algunos momentos tenderá a reducir potencia para generar menos calor, pero el equipo cuenta con un sistema de refrigeración mejorado denominado Cooler Boost Trinity. Son tres ventiladores que según MSI mueven hasta un 30 % más de aire, e incluyen cinco caloductos en total entre la CPU y GPU, funcionando de manera independiente.

La batería es de 65 WHr, con una fuente de alimentación de 150 W. El portátil también incluye un sistema de audio de alta fidelidad de la danesa Dynaudio, de hasta 32 bits y 384 kHz, de dos altavoces estéreo de 2 W. La calidad del sonido es muy buena y destaca por encima de la que se puede encontrar en la inmensa mayoría de portátiles. Además, en el apartado del audio también incluye Nahimic VR, un sistema que lleva el sonido envolvente 7.1 a cualquier auricular como los incluidos en los cascos de realidad virtual. Es un sistema de audio 7.1 virtual que utiliza algoritmos de la propia MSI para mejorar, notablemente, la sensación de sonido 3D.

Rendimiento

El procesador incluido en este portátil es un Core i7-7700HQ, que es una mejora incremental del Core i7-6700HQ, sin grandes novedades. El equipo se comporta bien para el procesador que tiene, y por la combinación de procesador, tarjeta gráfica y pantalla, también puede ser un portátil adecuado para diseñadores.

El chip es de cuatro núcleos con HyperThreading™, lo que significa que dispone de ocho núcleos lógicos para funcionar. La frecuencia base pasa de 2.6 a 2.8 GHz, y el turbo de 3.5 a 3.8 GHz, siendo un chip de 45 W de TDP, fabricado a 14 nm como el resto de procesadores de la 7.ª generación Kaby Lake. Tiene una gráfica integrada HD 630, que en el caso de este equipo se usará en pocos momentos.

La diferencia de potencia con su predecesor es pequeña, y en Cinebench R15 no llega ni al 3 %. Esta generación sigue siendo un refresco de los Skylake, a la espera a final de año de la llegada de un nuevo proceso de fabricación a 10 nm, Cannonlake. En general da muy buen rendimiento con un bajo consumo, y acompaña a la perfección a la tarjeta gráfica como se verá en el siguiente apartado.

GPU

El GS63VR 7RF Stealth Pro incluye una pantalla de 15.6 pulgadas con una resolución 4K UHD. Esto implica que muchos de los potenciales compradores querrán jugar a esta resolución en los juegos, pero la GTX 1060 de 6 GB que incluye no es una buena opción para ello.

En algunos juegos puntuales será capaz de moverlos por encima de 30 FPS, pero no en calidad ultra. Para mantener los 30 FPS sería necesario tocar los ajustes de calidad gráfica, pero debido a la densidad de píxeles de la pantalla, recomendaría en su lugar jugarlos a 1440p. Se verá casi igual de nítido y permitirá jugar con bastante más fluidez.

Pruebas de rendimiento

Las pruebas de las gráficas de sobremesa están hechas con un equipo con un Core i7-6700K y 16 GB de DDR4-3000. Los ajustes de los juegos se ponen en ultra o el máximo posible, deseleccionando parámetros específicos de las arquitecturas AMD y Nvidia, como PureHair y HBAO+.

En general el rendimiento es el esperado para ser una GTX 1060 de portátil, y funciona muy bien a 1080p y 60 FPS en una mayoría de juegos. Se podría jugar a una resolución 4K y 20 a 25 FPS en los títulos más recientes, y los 1440p a 40-50 FPS.

Almacenamiento y autonomía

MSI ha añadido un SSD de 512 GB, con interfaz PCIe 3.0 x4 con NVMe a este portátil. La velocidad máxima que alcanza es de 2291 MB/s de lectura y 1517 MB/s de escritura secuencial, así como los 570 MB/s de lectura y 427 MB/s de escritura aleatoria de archivos de tamaño 4 KB, que son unos 142 000 y 106 000 IOPS, valores bastante buenos.

El disco duro incluido es de HGST de 5400 RPM y 2 TB de capacidad, alcanzando los 130 MB/s de lectura y escritura secuencial, y unos bastante típicos 1.5 MB/s de lectura y escritura aleatoria, valores típicos de cualquier disco duro. La velocidad de 5400 RPM hace que este disco duro esté más orientado a usarlo netamente de almacenamiento, dejando la instalación de los juegos más habituales en el SSD de 512 GB, que debería ser más que suficiente para instalar varios juegos AAA y aplicaciones típicas. Los documentos personales es mejor instalarlas en el disco duro.

A pesar de que el equipo cuenta con un modo de ahorro de energía avanzado cuando no está conectado a la corriente, la batería de 65 WHr no da para mucha autonomía, aunque dé unas 4 a 5 h de uso normal del equipo navegando por internet o viendo vídeos. Jugando su duración es bastante menor, generalmente inferior a las dos horas.

Temperaturas y ruido

Un equipo portátil de estas características, con un consumo situado en torno a los 140-150 W en carga, genera una buena cantidad de calor. Es un portátil avanzado y el sistema de refrigeración suele estar más tiempo activo del que fuera deseable en pos de un funcionamiento más silencioso, pero tampoco se hace molesto con unos 34 dB en un uso ofimático-trabajo intenso. En juegos el ruido llega a los 41 dB, que tampoco es un valor elevado, y sí frecuente en este tipo de portátiles.

La CPU en carga utilizando Furmark puede alcanzar los 90-98 ºC, mientras que la GPU se queda en los 70-79 ºC. En reposo o en bajo uso del equipo las temperaturas se mantienen en una más bajas 40-45 ºC para la CPU y 35-40 ºC para la GPU.

El calor del sistema está alejado del teclado y por tanto no se hace incómodo en ningún momento de utilizar. En la parte superior se alcanzan los 40 ºC, y en la inferior unos 38 ºC, por lo que el sistema de refrigeración funciona bastante bien, pese a que la CPU y GPU funcionen a altas temperaturas, pero dentro de sus límites.

Programas

MSI incluye diversos programas y controladores para todo el hardware que incluye el equipo. El centro neurálgico del PC es Dragon Center, dodne se controlan y lanzan otras aplicaciones relacionadas, como por ejemplo lo relacionado con el teclado a través de SteelSeries Engine III, la calidad de la pantalla como MSI True Color para cambiar los espacios de color —incluye uno para diseñadores—, el sonido de Nahimic VR, y también las opciones de red con Killer Network Manager.

Todos ellos aportan valor al equipo, y necesarios para controlar cada uno de sus aspectos. Puesto que lleva dos tarjetas Nvidia, es deseable instalar GeForce Experience, y de esta forma gestionar los ajustes gráficas de los juegos y actualizar los controladores. Los programas instalados son prácticamente de configurarlos una vez y después olvidarse de ellos.

Conclusión

MSI mantiene en su catálogo una buena cantidad de gamas de portátiles, pensada cada una para perfiles de usuario distintos. La persona que puede sentirse interesada en el GS63VR 7RF Stealth Pro es aquella que quiera un portátil para juegos ligero, resistente y potente. La fabricación en aluminio y los 1.8 kg de peso hacen que encaje para este perfil, sea un portátil de verdad con sus 1.77 mm de grosor, y eso pese a que los 2200 euros de PVPR del portátil no estén al alcance de cualquiera —pero en unas pocas semanas debería empezar a bajar su PVP—.

La combinación del procesador y la tarjeta gráfica es buena, sin que exista una especial limitación de rendimiento por parte del procesador, aunque ocurra en los juegos más exigentes de CPU. El cambio al procesador Kaby Lake como el 7700HQ da una potencia adicional que en la serie anterior Skylake con el 6700HQ esa limitación podía ocurrir en más juegos.

Aunque la pantalla sea 4K y la tarjeta gráfica no acompañe para jugar en esa resolución, la calidad de la misma y su nitidez son puntos muy positivos. Otras características como el audio Nahimic VR y el sistema de sonido de Dynaudio también son aspecto a valorar. El equipo funciona a unas temperaturas razonables aunque no disponga de sistemas de refrigeración más potentes debido a su grosor. En general es un equipo que está muy bien de características para un sector de consumidores más exigentes.