Aunque 2016 fue un año duro para Samsung debido al fiasco del Galaxy Note 7, del que ya ha publicado el informe explicando el motivo de sus combustiones espontáneas, ha perjudicado bastante menos a su cuenta de resultados de lo que se esperaba. La compañía ingresó 160 000 millones de euros en todo 2016, con unos ingresos que ascensieron a 23 000 millones de euros.

Los ingresos del cuarto trimestre ascendieron a los 42 000 M$, con unos beneficios que experimentaron un aumento interanual del 50 % hasta los 7400 M$. Con estas cifras es difícil ver algún impacto negativo en los resultados de la compañía más allá de los menores ingresos por no tener uno de sus dos teléfonos insignia anuales en el mercado.

En parte el éxito de la compañía ha residido en unos buenos resultados de su división de semiconductores, que ingresó 12 000 millones de dólares con unos beneficios de 4000 millones de dólares. La fabricación de memoria NAND y DRAM ha experimentado una fuerte subida, y hay una alta demanda de los SSD de tipo PCIe NVMe de 256 GB.

La división Samsung Display ingresó 5900 M$ con unos beneficios de 1100 M$ con un aumento notable de las ventas de pantallas OLED para televisores. Por último, la división móvil, la que debería haber sido más afectada por el Galaxy Note 7, ingresó 19 000 M$ con unos beneficios de 2000 M$. El resto de divisiones menores también mantuvieron los números negros en sus cuentas de resultados. Pese a disminuir sus ingresos, Samsung ha cerrado un buen 2016.

Vía: Tech Crunch.