Tras un retraso de varias semanas, Apple puso finalmente a la venta sus auriculares AirPods para acompañar al iPhone 7 en su camino a los auriculares de audio digital. La inclusión de un procesador W1 para, entre otras cosas, transformar una señal digital en una analógica, en vez de reproducir una analógica que reciben los actuales auriculares, permite una mayor calidad de sonido. Pero el progreso también tiene sus problemas, como el hecho de que son imposibles de reparar por uno mismo según iFixit.

Estos auriculares Bluetooth cuentan entre sus características con la recarga inalámbrica en un estuche especial, y que no están conectados entre ellos. Eso lleva a una electrónica más compleja y más integrados, de lo cual iFixit dice que son imposibles de abrir sin romperlos, dándole una nota de reparabilidad de cero sobre 10. Un uso abundante de pegamento para sujetar los componentes tampoco favorecen su reparación, aunque sería imposible mantener en su sitio los componentes de un producto tan pequeño mediante otros medios.

El estuche de recarga cuenta con una batería de 398 mAh, y también es difícil de reparar. No creo que sorprenda a nadie que este tipo de producto altamente integrado sea imposible de reparar, como lo son productos similares de otras compañías. Como nota final, iFixit apunta a que quizás, posiblemente, es un suponer, que el retraso de su puesta a la venta se deba a la falta de algunos componentes del estuche de recarga, que habría llevado según su criterio a soldarlos de manera algo chapucera, relajando los estándares de calidad de la compañía que haya sido la encarga de montarlo. Que esto, al fin y al cabo, no lo fabrica Apple sino terceros. Quizás desde Apple tengan algo que decirles al respecto. Las soldaduras de los auriculares en sí son buenas.

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Vía: iFixit.