LG no está teniendo suerte con sus teléfonos, o no supo continuar el éxito del LG G2 y en menor medida del G3. La compañía intentó innovar para diferenciarse con la presentación de un teléfono modular como es el G5, pero el resultado es que los módulos son caros, no aportan suficiente valor al comprador o simplemente los consumidores quieren un teléfono y no gastarse más dinero en extras. Eso ha llevado a que LG prácticamente haya dado carpetazo al tema de los módulos para el G6.

En la presentación de resultados correspondiente al tercer trimestre del año, la división móvil de LG ha ingresado unos 2300 millones de dólares, pero ha sufrido unas pérdidas de 389 M$, que es un notable aumento respecto a las pérdidas de 132 M$ del segundo trimestre del año. La propia compañía ha echado la culpa a la falta de ventas de sus teléfonos de gama alta y costes de reestructuración interna —con motivo de las malas ventas del G5— a los malos resultados, ya que en el trimestre solo ha conseguido vender 13.5 millones de teléfonos, aunque de los que no le reportan tantos beneficios.

La compañía en su conjunto ingresó 11 800 millones de dólares con unos beneficios de 252.7 M$, que podrían haber sido mucho mayores si no fuera por los malos resultados que obtiene cada trimestre la división de telefonía. La sección de productos del hogar hizo 305 M$ de beneficios, la de entretenimiento del hogar 340 M$, y la de vehículos unas modestas pérdidas de 14 M$.

Vía: EnGadget, Tech Crunch.