El elemento clave, y el truco del oficio, en la gestión del rendimiento de un SSD es el controlador. Se trata de un chip adicional en el SSD que gestiona la lectura y escritura de información, y que en los mejores controladores suele ir acompañado de una memoria DRAM adicional para usar de caché y mejorar el rendimiento general de la unidad.

Marvell es uno de los principales fabricantes de controladores de SSD, y ha presentado el nuevo 88NV1160, fabricado a 28 nm. Es un chip que no necesita de memoria DRAM, por lo que se abaratan los costes de fabricación, sin perder prácticamente rendimiento, ya que aseguran que alcanza velocidades de lectura secuencial de 1.600 MB/s. Además puede manejar memoria NAND de tipo TLC y QLC (cuatro bits por celda) 3D, por lo que está especialmente orientada a SSD con la mejor relación calidad-precio posible.

La interfaz utilizada por el 88NV1160 es PCIe 3.0 x2, que ayudará a aprovechar las pistas PCIe de chipsets como el H110, que cuenta con un número más limitado de ellas y tiene que compartir por ejemplo con la tarjeta gráfica. La capacidad máxima que puede gestionar el controlador es de 1024 GB, y el chip tiene un tamaño de 9 x 10 mm, siendo de tipo TFBGA (soldado a placa), pudiéndose usar para crear pequeñas unidades M.2 de tamaño 1620 (16 x 20 mm). Además tiene soporte a NVMe 1.3, y el procesamiento lo realiza dos núcleos ARM Cortex-R5.

Vía: AnandTech.