En los países en vías de desarrollo triunfan las phablets, esos híbridos de teléfonos y tabletas llamados en algúnos países tabléfonos, debido a que sus habitantes no se pueden permitir tener dos dispositivos distintos. Esa combinación en tamaño phablet ha sido llevada por Samsung a su máxima expresión con la presentación del Galaxy J Max con pantalla de 7 pulgadas.

Es un dispositivo enorme, con un tamaño de 186,9 x 108,9 x 8,7 mm, que será mejor usar con unos cascos con micrófono para no llamar la atención al hacer llamadas. De hecho se vende junto a un auricular Bluetooth con micrófono para no llamar demasiado la atención al ponerte una teja al oído. En lo que sí va a destacar es en la posibilidad de ver contenido multimedia a las mil maravillas (si te entra en el bolsillo del pantalón para transportarlo).

El procesador es un Spreadtrum SC8830 (cuatro núcleos Cortex-A7 a 1,5 GHz, con GPU Mali-400MP2), con LTE. Le acompaña 1,5 GB de RAM y 8 GB de almacenamiento, lector de microSD, Wi-Fi 802.11 ac, Bluetooth 4.0, y pantalla Super AMOLED de 7 pulgadas con resolución de 1280 x 800 píxeles (216 PPP). Su precio de venta en la India es de 13.400 rupias o unos 180 euros.