El mercado de los teléfonos ultrarresistentes de gama alta es pequeño pero de vez en cuando aparecen nuevos terminales como el Galaxy S7 Active de Samsung. Es una versión del Galaxy S7, pero que cambia su aspecto refinado por uno más resistente, ideado para condiciones ambientales duras, como en obras o para los que les gusta ir de aventura.

Es un teléfono que solo contará con una versión con procesador Snapdragon 820, en vez de contar con una versión con el Exynos 8890 como el Galaxy S7, y está acompañado de 4 GB de memoria LPDDR4, 32 GB de almacenamiento y lector de tarjetas microSD. La pantalla sigue siendo una SuperAMOLED de 5,1 pulgadas con resolución QHD, y las cámaras son exactamente las mismas.

Hay un cambio notable e interesante como es que su batería pasa de 3.000 mAh a 4.000 mAh, y unido con que el peso pasa a ser de 185 g, son todas las diferencias que hay entre ambos teléfonos, al menos en el del hardware básico. A cambio se obtiene un teléfono con certificación militar MIL-STD 810G del ejército estadounidense, lo que le permite aguantar bajas temperaturas, entornos salados, humedad, todo tipo de golpes incluida la caída contra cemento a una altura de 1,2 m.

De momento será una exclusiva en EE. UU. de la operadora AT&T, y estará disponible para comprar a partir del 10 de junio en colores verde, gris, y dorado.

Vía: AnandTech.