Una de las diferencias fundamentales entre G-SYNC y FreeSync, las tecnologías de refresco adaptable de pantalla, es el valor mínimo de refresco por encima del cual entran en funcionamiento, y cómo funcionan en caso de caer por debajo de ese umbral. En algunos casos, salvo que se tenga una tarjeta gráfica potente, los monitores que incluyen FreeSync no aportan mejora en el terreno del corte de fluidez.

AMD ha añadido información de los rangos de funcionamiento de FreeSync para una buena cantidad de monitores en su web. En algunos modelos el mínimo se sitúa en los 48 FPS, por lo que es un mínimo bastante alto. El mínimo absoluto en estos modelos es de 30 FPS, debido a la forma en que se extiende la frecuencia de refresco de los monitores, y siendo habitual el mínimo de 40 Hz.

La compañía también indica en esa tabla los monitores que poseen compensación de subfotogramas (LFC) para la situación en la que la generación de fotogramas de la tarjeta baja del mínimo de FreeSync, momento en el cual se empiezan a duplicar fotogramas para mantener la fluidez sensación de fluidez.

En el caso de G-SYNC, el mínimo es 30 FPS en todos los equipos debido a que lo impone el módulo de Nvidia que tienen que incluir, y cuando baja de ese mínimo se cambia a V-Sync automáticamente para mantener la fluidez.

Vía: The Tech Report.