Apple presentó novedades la semana pasada, y hoy se ha puesto a la venta los iPhone SE y iPad Pro de pantalla de 9,7 pulgadas. Los chicos de iFixit han puesto sus manos sobre el primero, y en el despiece que han realizado han encontrado una buena mezcla de componentes viejos y nuevos.

El precio de tan solo 479 euros del teléfono y la reutilización del diseño del iPhone 5S ya apuntaba a esta posibilidad, sobre todo para ahorrar en costes. El teléfono incluye una batería de un poco más de capacidad, 1624 mAh, en vez de los 1560 mAh del iPhone 5S. El lector de huellas del frontal es de primera generación, que si bien funciona correctamente, no es tan rápido como el incluido en el iPhone 6S.

El panel de la pantalla es del mismo tamaño y conectores, por lo que son perfectamente intercambiables entre los dos modelos. Dejan en el aire si hay mejoras en la calidad de la imagen, aunque de por si en el iPhone 5S (un teléfono de hace dos años y medio) era bastante buena.

La placa base cambia sustancialmente para hacer hueco a los nuevos componentes, como el chip Apple A9, y otra circuitería para LTE que son similares a los usados en los iPhone 6 y 6s. Hay algunos cambios en el módulo Wi-Fi usado, el amplificador de potencia cuatribanda, o el gestor de energía. Curiosamente el controlador de la pantalla táctil es el mismo que el del iPhone 5.

La reparabilidad la sitúan en 6 sobre 10, con los problemas del desmontaje habituales del cable del Touch ID y el tipo de tornillería usada, pero siendo positivo que la pantalla es muy fácil de cambiar.

Vía: Ars Technica.