Dentro de la familia de procesadores para servidores y entornos profesionales, Intel ha renovado los Xeon E5 adaptando la arquitectura Haswell a un nivel de integración menor de 14 nm de los Broadwell. Los nuevos modelos incluyen algunas mejoras de características interesantes, aunque también de cara a consumo y potencia.

La diferencia más notable es la cantidad de núcleos máximos del chip del que salen la mayoría de los modelos, que pasa a ser de 22 núcleos frente a los 18 núcleos del Haswell-EP, en parte gracias a la disminución de consumo de pasar de 22 nm a 14 nm. El resto de lo fundamental de la arquitectura se mantiene más o menos sin cambios.

broadwell-ep-chart-1

El tope de gama es el E5-2699 v4, que cuenta con 22 núcleos (44 hilos) con un TDP de 144 W y una frecuencia base de 2,2 GHz. Es un aumento de cuatro núcleos físicos respecto al E5-2699 v3. A partir de ahí, y compartiendo la mayoría el mismo chip con más o menos núcleos capados, se baja hasta el Xeon E5-2603 v4 de seis núcleos (seis hilos) y 85 W de TDP con una frecuencia base de 1,7 GHz.

Las mejoras incluidas en los Broadwell-EP hace que los procesadores más potentes rindan mejor, incluso el de 18 núcleos E5-2695 v4 comparándolo con el de 18 núcleos E5-2699v3, aunque no en todas las situaciones debido a la diferencia de frecuencia base, aunque aumenta en torno a un 15 % el ancho de banda de memoria para las tareas intesivas de cálculos.

captura_de_pantalla_2016-04-01_a_las_17

Mejoras de arquitectura

Estos nuevos Xeon E5 v4 Broadwell-EP incluyen mejoras en la optimización de la forma de ejecutar las instrucciones AVX de los procesadores (un conjunto de instrucciones de Intel para ejecución de cálculos de enteros y en coma flotante intensivos), así como la mejora de la instrucción PCLMULQDQ (multiplicación sin acarreo). Está orientado a mejorar la velocidad de la ejecución de algoritmos de cifrado como AES.

Debido a la orientación hacia el uso de máquinas virtuales que tienen estos procesadores, también hay mejoras la gestión de los recursos asignados a cada máquina virtual, y gestionar de manera más eficiente la caché de nivel 3 (L3) utilizada por los procesadores mediante un director de recursos (RDT, Resource Director Technology). Permite la asignación de caché L3 por hilo, proceso o máquina virtual, con la asignación de un identificador (RMID) a cada hilo en ejecución.

En el campo de la virtualización, Intel también ha mejorado la latencia en las operaciones de E/S entre máquinas virtuales. Es interesante para los equipos de las operadoras de telecomunicación que prefieran usar redes definidas por software (SDN) en vez de los tradicionales enrutadores. Si queréis saber más sobre estos procesadores Broadwell-EP, deberíais leer el artículo de Anantech al respecto (extraordinariamente denso, pero muy ilustrativo).

Vía: Hot Hardware, Anandtech.