Una de las principales ventajas que Microsoft vendió con la puesta en circulación de Windows 10 es que se trata del último Windows que habrá. El resto serán actualizaciones, de mayor o menor importancia, y que irán modificando los componentes e interfaz del sistema operativo.

Es un acercamiento mucho más cercano a OS X, ya que además son actualizaciones gratuitas, alejándose del tradicional modelo de negocio de Microsoft de venta de licencias por la de obtener ingresos en base a suscripciones a sus servicios tipo OneDrive y Office 360. La primera actualización del ciclo de actualizaciones Redstone llegará en junio y tiene el nombre RS1.

Incluirá diversas mejoras sustanciales a la plataforma de aplicaciones universales (UWP), como por ejemplo la adición de aplicaciones exportadas con Project Islanwood de iOS a UWP por primera vez en la Windows Store. Esto permitirá una mayor cantidad de aplicaciones disponibles sobre todo para los teléfonos Lumia con Windows 10 Mobile, uno de los puntos débiles de la estrategia móvil de Microsoft. También habrá más aplicaciones disponible para Xbox One.

Microsoft también mejorará la transmisión de juegos entre Xbox One y Windows. Incluirá envío de SMS y contestación de llamadas desde Continuum (el escritorio de Windows 10 Mobile al conectarle un monitor externo, teclado y ratón), pero no está claro si lo llevará también a la versión de PC de Windows 10. En general, en RS1 Microsoft añadirá una gran cantidad de novedades, y la beta debería llegar en próximas semanas a los Windows Insiders.

Por otro lado, también tienen en preparación una segunda actualización de Redstone denominada RS2, con aquellas características que no de tiempo a ser incluidas en RS1, aunque los rumores apuntan a que serán sobre todo cambios estéticos. Muy necesarios para adaptar totalmente a Windows a los tiempos que corren. Probablemente también eliminen el panel de control antiguo e introduzcan una nueva aplicación de Ajustes.