Este viernes se daba a conocer la resolución del Grupo de Trabajo sobre las Detenciones Arbitrarias de la ONU sobre el caso Assange. El fundador de WikiLeaks había apelado ante ellos para poner fin a lo que el consideraba una detención arbitraria en la embajada de Ecuador en Londres.

Desde que Ecuador le concedió asilo, Assange no ha podido abandonar la embajada para viajar al país sudamericano, pues hay una orden de arresto contra él. Las autoridades británicas concedieron a Suecia su extradición, pues la fiscalía de dicho país quieren interrogarle en relación a cuatro cargos de agresión sexual.

Assange afirmó, a través de la cuenta oficial de Twitter de WikiLeaks, que si la ONU fallaba en su contra se entregaría; pero que, si fallaba a su favor, esperaba que se cancelasen los intentos de detención contra su persona, presentes y futuros, y se le devolviese el pasaporte.

Finalmente, la ONU ha fallado a su favor, dictaminando que, efectivamente, ha sufrido una detención arbitraria en Londres por parte de Suecia y el Reino Unido desde diciembre de 2012. La arbitrariedad se ha producido por su aislamiento inicial en la prisión de Wandsworth y por la falta de diligencia de la fiscalía sueca en sus investigaciones. A efectos prácticos, ha estado sometido a un arresto domiciliario.

Por su parte, la fiscalía de Suecia ha indicado que la decisión de la ONU no tiene ningún impacto en el caso, mientras que la policía británica ha remarcado que, si abandona la embajada de Ecuador, procederá a arrestarle. De momento, Julian Assange sigue como estaba.

Vía: The Next Web.