Por ahora, la mayoría de los teléfonos que se venden en el mundo son de dos materiales predominantes: plástico (y sus variantes) y aluminio. Dureza y resistencia contra elasticidad, eso sin entrar en el campo de la estética. Pero quizás dentro de unos años los teléfonos estén hechos de un nuevo material que gane en características a todos los que conocemos hoy.

Y si te dijera que la carcasa de tu próximo teléfono se pudiera reparar sola en caso de arañazo. Gracias a un nuevo material basado en una mezcla de polímeros que se está desarrollando en la Universidad Northwestern de Illinois esto podría ser una realidad.

Este nuevo material se compone de dos tipos de polímeros, uno rígido que sirve de soporte y otro (polimetros supramoleculares) cuyo comportamiento comparan con el de los músculos, pudiendo este flexionarse y contraerse en función de estímulos y permitiendo regenerarse fácilmente en las mismas localizaciones.

Gracias al soporte que proporciona el polímero base y a la flexibilidad del polímero supramolecular, el material obtenido cuenta con una gran versatilidad pudiendo crear materiales activos o que respondan a estímulos externos, e incluso que puedan ser reparados añadiendo moléculas directamente. Aunque no solo tendría aplicación en el campo de la fabricación de materiales para teléfonos, este nuevo material aplicado a las carcasas de los últimos modelos o sobre la superficie de sus pantallas harían de las grietas y de los arañazos un mal recuerdo del pasado.

Vía: Android Authority.