Una de las novedades que presentó Google en el evento de finales de septiembre fue la tableta Pixel C. Se trata de una tableta con Android 6.0 Marshmallow totalmente diseñada y fabricada por la compañía, y que ahora se ha puesto a la venta por 499 euros. Un precio interesante puesto que cuesta 499 dólares en EE. UU., y afortunadamente no han terminado inflando su precio como con los últimos Nexus.

Pero según los diversos medios que han tenido acceso a la tableta y la han podido analizar, Google no cuenta en la Pixel C en una buena alternativa como tableta insignia de Android con respecto a otras opciones. El procesador elegido, un Tegra X1, se comporta de manera similar o incluso ligeramente peor en algunos casos, que el Apple A8X del iPad Air 2, tableta que ya tiene más de un año y sigue siendo la mejor opción de compra si no te importa que sea iOS.

La duración de batería sí que destaca en esta tableta, superando ampliamente en duración de batería al iPad Air 2 y sus 7.340 mAh, aunque para ello necesita una batería de 9.000 mAh. El diseño enteramente en aluminio hace mucho por darle un acabado estupendo, y la calidad de la pantalla de 10,2 pulgadas es estupenda pero no excepcional como las SuperAMOLED utilizadas por Samsung o la del iPad mini 4.

La tableta se puede comprar en la Google Store, y hay una versión disponible de 64 GB de almacenamiento interno por 599 euros. Si quieres un poco más de almacenamiento te va a costar caro, puesto que no incluye lector de tarjetas microSD (como el resto de productos con Android de Google).

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La productividad, el punto negro de Android

Google vende por separado una funda-teclado de buena calidad, aunque las carencias de Android en lo relacionado con la productividad se hacen evidentes. Por ejemplo, no existe la multitarea en primer plano como tal, ya que Android 6.0 no puede mostrar dos aplicaciones a la vez como se hace en iOS o las tabletas Windows 10. Por tanto es una tableta monotarea, y por tanto patina totalmente en el terreno de la productividad, costando el caro accesorio funda-teclado de 169 euros.

Ahora mismo el referente de productividad en esta suerte de convertibles por los que quieren hacer pasar tanto Apple como Google las tabletas con iOS y Android son las tabletas con Windows 10. Por tanto, y siendo un sistema operativo de PC completo, en el que se pueden usar aplicaciones de diseño, juegos, o el software de desarrollo que quieras, es muy mala decisión anunciar la Pixel C como tableta para productividad.

Un usuario no puede ser productivo en el trabajo si no puede tener dos ventanas abiertas y tiene que estar cambiando constantemente entre un documento de Word y la ventana de Excel con los datos que tiene que plasmar en un informe, por poner un ejemplo muy básico. ¿Es la Pixel C una buena tableta? Por supuesto, de las mejores tabletas Android. ¿Pero es buena para productividad? Ciertamente no.

"Diseñado para hacerlo todo" dice la publicidad de Google. Lo dudo.

Vía: EnGadget, Ars Technica.