Samsung inició su cambio hacia terminales de gama media con un diseño mejorado con los Galaxy A, y antes de finalizar el año ha decidido presentar la renovación de esta gama. Mantienen el nombre, pero con el apelativo 2016, para que los compradores puedan identificarlos rápidamente (o que les confundan en tiendas vendiéndoles el viejo pensando que es el nuevo, según se mire).

Samsung no ha dado muchos detalles sobre el procesador que incluyen, que en el caso del Galaxy A3 es un cuatro núcleos a 1,4 GHz, mientras que en los A5 y A7 es cuatro núcleos a 1,6 GHz. Puede ser un Exynos sin presentar, o una versión a mayor frecuencia del Snapdragon 410, que ya se han utilizado en otros teléfonos en los últimos meses.

La cantidad de memoria va de los 1,5 GB del A3 a los 3 GB del A5, y todo tienen 16 GB de almacenamiento interno y lector de tarjetas microSD. En el apartado fotográfico incluyen cámara de 13 megapíxeles trasera y 5 MP frontal, y los A5 y A7 tienen estabilizador óptico de imagen.

Las baterías van de los 2.300 mAh a los 3.300 mAh, y salvo el A3, los otros dos tienen carga rápida. En esta ocasión en lugar de ser todo de metal, la parte trasera es de cristal, aunque todos tienen un grosor de 7,3 mm. Los A5 y A7 incluyen lector de huellas dactilares, y todos incluyen NFC y MST, ambas destinadas a los pagos sin contacto mediante Samsung Pay. Incluyen Bluetooth 4.1, Wi-Fi 802.11 b/g/n y LTE.

Disponibilidad y precio

Habrá opciones con doble ranura SIM, y empezarán a ponerse a la venta a mediados de este mes en China en colores negro, blanco, oro y rosa, y a principios de 2016 llegarán a otros mercados.