Después de muchas idas y venidas, el fin del roaming teléfonico va a ser una realidad en los países pertenecientes a la Unión Europea, algo que sucederá en 2017. Esto significa que, independientemente del país en el que estemos, podremos usar sin problemas nuestro teléfono, tanto para llamar como para usar su tarifa de datos.

La Comisión Europea alega que los precios de los SMS y datos han caído un 80% desde 2007, y el coste de las llamdas un 91%, por lo que no se entiende que sigan existiendo estas tarifas de roaming si las redes actuales son capaces de soportar el tráfico. Pero durante 2016 se establecen una serie de tarifas mínimas para los usuarios del roaming dentro de la Unión: 5 ¢ por minuto en llamdas, 2 ¢ por SMS y 5 ¢ por MB de datos transferidos.

Asegurando un internet abierto

La Unión Europea también ha asentado las bases para asegurar la neutralidad de red dentro de la Unión. Son dos puntos básicamente:

  • Los usuarios podrán acceder al contenido que elijan sin ser bloqueados o ralentizados, y sin tener que pagar costes adicionales.
  • El tráfico será tratado con equidad, con excepciones establecidas en base al interés público, como por ejemplo combatir la pornografía infantil, por temas de seguridad de redes, y para la gestión eficiente de las redes.

Si habéis leído mi artículo sobre neutralidad de red (y si no, ya estáis tardando) esto es básicamente lo que digo siempre: la neutralidad de red no es un concepto universal. Se debe aplicar al tramo que va desde el usuario hasta la entrada a la red de la operadora. En ese tramo no se deben imponer tasas adicionales al usuario más allá de su cuota de acceso a internet.

Así mismo, los proveedores de red no podrán obligar a las empresas a pagar para que su tráfico pase por su red. Esto significa que, aunque un servicio como Netflix genere gran cantidad de información, no puede gravarla con una tasa adicional. Y por el punto anterior, tampoco puede repecutir tasa alguna por usar Netflix en el usuario final.

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La neutralidad de red ya estaba asegurada

Ahora os hago un resumen: esto ya se está aplicando en la actualidad. Netflix, Facebook, Apple, y todas las grandes empresas contratan enlaces dedicados de propia voluntad con los proveedores de red para dar un servicio de calidad. Esto es así aunque el 99% de los políticos no lo sepan.

Pero está bien que la Unión Europea plasme que habrá excepciones y que delimite las excepciones que puedan romper la neutralidad de red, que como siempre digo sólo se aplica desde nuestros hogares hasta la entrada a la red del proveedor. Lo demás está orientado a crear una red abierta, que es la intención de la Unión Europea, sin trabas para individuos y empresas.

Las excepciones a crear para la neutralidad de red (que si hay excepciones, deja de ser neutral) deberían ser la gestión de tráfico, servicios prioritarios como los de teleasistencias, telemedicina o videoconferencias, y otros importantes. En ningún caso se debería romper para gravar un extra a Netflix, pero eso no está ocurriendo en Europa ni va a ocurrir.