La Comisión Europea ha puesto en el punto de mira a varias compañías estadounidenses, investigando sus prácticas comerciales en el continente. El nuevo objetivo es Amazon, la cual está siendo investigada por comportamiento contrario a la competencia en el sector de los libros electrónicos.

Desde Bruselas se van a centrar en los contratos del gigante del comercio online con los editores, para determinar si sus términos ponen trabas a otros distribuidores de libros electrónicos para que puedan competir en el sector.

Según parece, algunas cláusulas de estos contratos parecen proteger a Amazon de la competencia. En ellos se especifica que se debe informar a la compañía de Seattle de cualquier condición o alternativa que se ofrezca a sus competidores y que sea más favorable, con el derecho de se les ofrezcan estos mismos términos. En resumidas cuentas, algo muy parecido a lo que se suele conocer como nación más favorecida en la legislación.

El trabajo que tiene la comisión ante sí es el de determinar si estas cláusulas se consideran o no buenas prácticas, constituyendo en este caso un obstáculo para que exista libre competencia.

Vía: EnGadget.