Ahora que llegan las nuevas versiones de dos de los grandes sistemas operativos, es el momento de sentarse y dejar el fanatismo a un lado (que los hay cada vez más de Windows por la llegada de las novedades de Windows 10). Muchos atacarán a OS X alegando que no avanza y que Microsoft por el contrario sí que lo hace. Otros dirán que El Capitán es una gran evolución con respecto a Yosemite, y muchísimo mejor que Windows 10.

Ambos puntos de vista están equivocados, porque si algo nos ha enseñado la historia de los sistemas operativos es que a la larga todos se terminan copiando de todos. Eso es algo que nos beneficia a los usuarios. En este artículo voy a desmentir algunos puntos que Microsoft está usando para demostrar su superioridad y los cuales están repitiendo sus fans.

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Convergencia que no lo es

Microsoft se ha convertido en un abanderado de la convergencia. Dice que Windows 10 es el mismo para todos los dispositivos, y desde un punto de vista técnico no es cierto. Un claro ejemplo: ¿puedes usar sin más tu Windows 10 de escritorio en un teléfono? La respuesta es no.

Pues evidentemente eso ya rompe la supuesta convergencia total de Windows 10. Si yo no puedo instalarlo en mi Raspberry Pi sin tener que esperar a una versión específica, significa que no es un sistema operativo que vale para cualquier tipo de dispositivo. Si no lo puedo utilizar en mi teléfono Android, es que no es un sistema operativo para cualquier tipo de dispositivo.

En lo que se ha avanzado con Windows 10 es que a Microsoft le resulta más fácil llevar las características del sistema operativo a los demás dispositivos. Y poco más. Los ingenieros de Microsoft tienen que seguir creando versiones específicas para cada tipo de procesador (x86, ARM) y para cada tipo de dispositivo (tabletas, convertibles, sobremesa, internet de las cosas).

La postura de Apple es que cada sistema operativo necesita optimizarse para cada plataforma. Por ejemplo watchOS es una versión descafeinada de iOS, y el iOS 9 de tabletas es distinto que el de teléfonos aunque prácticamente iguales.

Lo que se saca en claro es que Microsoft quiere colársela a los no entendidos en la materia con la palabra convergencia cuando en realidad de convergencia tiene la misma que iOS-OS X-watchOS. Ni siquiera Ubuntu aporta esa convergencia que promulga Microsoft a bombo y platillo y que en realidad es imposible conseguir a día de hoy.

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Una aplicación para cualquier plataforma no es novedoso

Este es otro punto en el que Microsoft se la quiere colar a los usuarios finales y a los pseudoentendidos tecnológicos. Microsoft ha separado, bastante bien, casi toda la lógica de una aplicación de la parte visual. Exactamente como se lleva haciendo en el desarrollo de iOS-OS X desde hace años. Osea, Microsoft copia a Apple.

Los proyectos de Xcode para iOS cuentan con la posibilidad de crear distintas visualizaciones dependiendo de si quieres tener compatibilidad con iPad y los distintos tamaños de pantalla de iPhone (3,5'', 4'', 4,7'', 5,5''). Si eres un buen programador, dejarás la lógica de la aplicación bien separada, y puesto que OS X e iOS comparten librerías y forma de trabajar, no te será difícil adaptar una aplicación de iOS a OS X. Con algunos matices.

Windows 10 hace esa separación de lógica y visualización, pero se sigue precisando que el desarrollador realice las adaptaciones oportunas a la lógica. Por ejemplo, una pantalla de listado en un teléfono no generará la misma información que en PC (puede mostrar más información en el listado y además información relacionada), el programador tendrá que asegurarse que no se está generando más información de la necesaria para el teléfono y no impactar así el consumo de batería. Por eso lo de "programa la lógica una vez, úsala en todas partes" no tiene ni pies ni cabeza salvo que dejes que Microsoft te la meta doblada por ignorancia.

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Tienda de aplicaciones universal, y exportación desde Android e iOS

Una tienda de aplicaciones universal en realidad no es algo importante en el ecosistema de Apple. Tienes acceso a la App Store de OS X para las aplicaciones, y si quieres música, vídeo, podcasts y aplicaciones iOS te vas a iTunes. Desde la web de iTunes se puede consultar además todo el catálogo independientemente de la plataforma. Nada demasiado complicado, con cada cosa en su sitio.

Windows Store es una nueva tienda de todo tipo de contenido, que se asemeja en realidad a iTunes: tendrás tu sección de música, vídeo y aplicaciones en una. Pues a buenas horas lo hacen.

Microsoft también quiere poner fácil, ante la falta de ciertas aplicaciones clave, que los desarrolladores porten sus aplicaciones de Android e iOS al nuevo sistema de aplicaciones de Windows 10. No es nada automático porque el desarrollador tendrá que seguir adaptando las aplicaciones a cada tipo de dispositivo, pero es un avance.

Como bien sabemos los que nos dedicamos a desarrollar, esto no es nada nuevo. Hay muchos entornos de desarrollo que por ejemplo desarrollando en C++ puedes posteriormente exportar las aplicaciones a Android, iOS, Windows Phone, OS X, etc. Absolutamente nada nuevo y que no va a cambiar en nada el panorama actual. Se sigue necesitando retocar cosas en ese proceso al igual que se va a necesitar al llevarlas a Windows 10.

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Muchas características, y no todas útiles o novedosas

Sobre todo no entendáis mal el artículo. Las novedades de Windows 10 me parecen cambios estupendos, pero mal entendidos pueden fomentar el fanatismo de los que adoran Windows o simplemente atacan OS X por deporte.

Windows 10 todavía tiene mucho espacio de mejora, pero Microsoft ha conseguido una extraordinaria cantidad de publicidad a base de talonario que es necesaria matizarla enormemente para que se pueda tener una visión bien informada de lo que plantea Windows 10 y no caer en comparaciones torticeras con OS X El Capitán (o las distribuciones de Linux).

Los sistemas *nix llevan años/décadas teniendo escritorios virtuales, una potente línea de comandos (que Belfiore presentara el copiar-pegar en el terminal de Windows como algo revolucionario me hizo tener que pellizcarme de la incredulidad), son sistemas altamente estables desde antes que Windows, y mucho más.

Windows 10 es novedoso a su manera porque se desliga de Windows 8 y retoma el espíritu de las versiones anteriores. Pero la mayoría de características no son novedosas y simplemente es poner a Windows 10 en la línea de la competencia.

La integración con Cortana puede estar bien, pero no todos los equipos tienen micrófono para sacarle partido, y eso limitará en gran medida su éxito en PCs. Las pantallas táctiles en un portátil me sigue pareciendo que tiene un beneficio marginal, y en equipos de sobremesa me parece poco práctico.

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Ahora bien, que cada uno se deje llevar por el fanatismo/odio hacia Microsoft/Apple como quiera. Personalmente uso tanto Windows como OS X (y Ubuntu en menor medida), estoy encantado con todos, pero por motivos laborales necesito usar un terminal potente para instalar servidores de aplicaciones y otros muchos programas que no están en Windows o no se gestionan fácilmente (lo del WAMP es un mal chiste si sabes manejarte por consola). Y por desarrollar en Xcode, se hace (hackintosh mediante) necesario usar un Mac.

Obviamente en cuanto a juegos, por mucho que los drivers Metal traigan un rayo de esperanza a OS X en este terreno como alternativa real a OpenGL, Direct3D 12 serán insuperables por soporte por parte de los desarrolladores. Pero claro, lo que no se suele decir es que sólo los programadores más expertos en gráficos van a poder utilizar DirectX 12 porque son librerías realmente complejas que dejan total libertad al programador, reduciendo al mínimo el automatismo de ciertas tareas complejas y dando mayor control de lo que ocurre en la tarjeta gráfica al programador.

No todos los estudios de desarrollo, sobre todo los pequeños, tienen o tendrán la gente y los conocimientos para explotar DirectX 12 en sus juegos. Eso llevará a que usen todavía en el futuro cercano DirectX 11. Es un apartado que dependerá también mucho de cómo lo soporten los motores como Unity o Unreal Engine, pero los desarrolladores tendrán que meterle mucha mano al producto final para adaptarlo plenamente a DirectX 12 y las nuevas APIs de efectos.

No todo es blanco o negro, y hay tal cantidad de medias verdades a lo que se está opinando de Windows 10 que es mejor coger lo que diga Microsoft (o Apple para el caso) con pinzas. Por lo demás, personalmente estoy satisfecho con las novedades de Windows 10 y OS X El Capitán, y habrá que ver a dónde nos llevan en 2016.