HTC es una empresa que ha tenido su momento de máxima visibilidad con el lanzamiento del One M7 y su excelente diseño en aluminio, la continuó teniendo con el One M8, y la ha perdido totalmente con el One M9. Contar durante tres años seguidos con un teléfono insignia con la misma estética es estirar demasiado el éxito de su diseño, y para muchos, pese a ser un buen diseño, puede resultar ya aburrido (al menos a mi me ocurre).

Así es esto del mundo de los teléfonos: renovarse o morir. Ni siquiera Apple utiliza tres años seguidos el mismo diseño para el iPhone, aunque entre el iPhone 4 y el iPhone 5 mantenga la línea de diseño pero conteniendo cambios importantes de estética. Pero entre el One M7, One M8 y One M9 no me parece que haya tantas diferencias.

Junto con la mala fama que está adquiriendo por los posibles problemas de sobrecalentamiento de su procesador Snapdragon 810, están surgiendo rumores de que HTC ha visto descender en el mes de abril sus ingresos interanuales un 38,7% hasta los 440 millones de dólares. La compañía ha tenido unos buenos resultados en el primer trimestre del año, pero no está claro si los va a revalidar en este segundo trimestre, o si por el contrario volverá a tener que anotar números rojos en sus libros de contabilidad.

Ahora los analistas esperan que HTC venda en torno a los 4,5 millones de One M9 a lo largo de 2015, que supone un duro recorte respecto a los 8 millones que vendió el One M8 durante 2014. Por eso las ventas de sus otros teléfonos (One M9+, One E9+) tendrán que ser mejores de las esperadas para cumplir con sus expectativas de ingresas entre 1.500 y 1.600 M$ en este trimestre.

Vía: GSM Arena, GSM Arena.