Es habitual ver en las noticias que en esta o aquella ciudad estadounidense ha habido revueltas ciudadanas y represión policial. Era bastante más común antes de que Michael Bloomberg llegara a la alcaldía de Nueva York y aplicara su política de un policía en cada esquina, que limpió la ciudad y de ser de las más inseguras de EE. UU. pasó a ser de las más seguras.

Pero siempre queda el tema de si las actuaciones policías son adecuadas y proporcionales al delito, o los policías se dejan llevar. Por eso el pasado mes de diciembre la administración Obama solicitó fondos al Congreso para un programa destinado a dotar de una cámara corporal a cada policía de EE. UU. Los primeros 20 millones de dólares de esa dotación económica han sido aprobados. El fondo total necesario es de 75 M$, repartidos en tres años, cuyo gasto se aprobará en función de los resultados que vaya obteniendo el proyecto.

Una de las cosas que personalmente más me gustan de EE. UU. es que los congresistas tienen que aprobar los gastos del presidente de turno, aunque se den situaciones, como ahora, en que hay un presidente demócrata y el congreso es mayoritariamente republicano. Pero tratándose de un programa para mejorar la imagen de la policía en EE. UU., pocos se niegan a apoyarlo.

La ciudad de Los Ángeles invertirá 1,5 M$ en 860 cámaras corporales que estarán a disposición de la policía en el verano. El coste incluye la adquisición de los equipos y los de mantenimiento de los mismos, así como su almacenaje.

La Unión Estadounidense por los Derechos Civiles ha advertido que las grabaciones se deben realizar de acuerdo a las normas vigentes de protección de la privacidad. Pero al menos servirá para evitar sucesos escabrosos como los recientes altercados en Baltimore, o uso desproporcional de la fuerza por parte de la policía.

Vídeo

Vía: Reuters.