El Tribunal de Justicia de la Unión Europea dictaminó a mediados de año que los buscadores debían borrar la información no relevante de aquellos usuarios que así lo solicitaran. Google es el principal afectado por esta sentencia ya que tiene más del 90% de la cuota de mercado de buscadores en el territorio de la Unión, y por eso también es reticente de aplicarla.

Recibe miles de solicitudes que hay que revisar manualmente para asegurar que la información no es relevante, y que el individuo que la solicta es quien dice ser. Por eso Google entró en julio en la dinámica de eliminar las URLs y advertir de ello a las páginas que lo alojaban, lo que provocó que ciertas noticias volvieran a salir a la luz.

A parte, fuera de la Unión Europea se puede acceder a la información "borrada", por lo que en realidad se hace una restricción geográfica del contenido. La Unión Europea advirtió a Google que el derecho al olvido debía tener carácter global, y ahora un juez francés a realizado una sentencia en dicha dirección.

Google Francia tendrá que pagar una multa de 1.000 euros diarios hasta que elimine la información de un ciudadano francés de todos sus buscadores, tanto dentro como fuera de la Unión Europea. Google todavía no ha tomado ninguna medida, ya que la está estudiando con su consejo de asesores en esta materia y está en contacto con las autoridades de protección de datos. Es un primer paso para que Google acepte que el derecho al olvido, o se aplica a nivel mundial, o es dejarlo en papel mojado.

Vía: 9to5Google.