En las próximas semanas llegarán actualizaciones menores tanto para iOS (8.1.1) como OS X (10.10.1). Por la información proporcionada en las notas de ambos parches, están destinados a corregir varios bugs existentes en las nuevas versiones de los sistemas operativos de Apple. Para iOS 8.1.1 también tienen preparado mejoras de rendimiento de las que se beneficiarán los iPhone 4s y los iPad 2.

En el caso de OS X Yosemite, desde la liberación de la versión final han ido surgiendo distintos problemas. Además de los ya tradicionales con la aplicación de Mail (que en algún momento funcionará bien al 100%; algún año de estos), hay problemas recurrentes con la conexión Wi-Fi de los Macs, además de con los dispositivos Bluetooth (bastante graves en algunos casos, como lag o desconexiones aleatorias).

No es habitual que Apple libere una beta a los desarrolladores de una versión menor, pero puede que en este caso la "gravedad" de los problemas no haya dejado más remedio a los de Cupertino que contar con su ayuda para rastrearlos y eliminarlos.