Samsung avanzó a principios de mes que una menor demanda de sus smartphones iba a perjudicar sus resultados financieros del segundo trimestre del año. Finalmente así ha sido, con un retroceso en los ingresos con respecto al mismo periodo del año pasado hasta los 52,35 billones de wones surcoreanos (unos 50.884 millones de dólares) y unos beneficios que bajan un 19,6% hasta los 7,19 billones de wones surcoreanos (unos 6.100 millones de dólareS).

No son cifras como para declararlas catástrofe empresarial, pero son motivo de reflexión por parte de Samsung debido a que la venta de sus smartphones ha descendido en el segundo trimestre han descendido un 3,9%, algo insólito en los últimos años. Samsung también pone de excusa un cambio dólar/won poco beneficioso para repatriar el dinero generado fuera de Corea del Sur.

Obviamente con lo diversificado que está Samsung es difícil que no tenga cifras positivas en otros sectores, como en el de las televisiones. Pero el sector más interesante sigue siendo el de la telefonía, y la compañía ya ha anunciado que habrá nuevos modelos de teléfonos premium y un nuevo buque insignia en esta segunda mitad del año en el sector de teléfonos de pantalla grande (seguramente se refieran al Galaxy Note 4). Más importante aún, que bajarán los precios de sus modelos de gama media y baja e incluirán en ellos características más avanzadas. Veremos en qué queda la cosa. Los dispositivos corporales también recibirán atención por parte de la compañía con nuevos productos en los próximos meses.

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Fuente: Samsung. Vía: Ars Technica.