Uno de los objetivos que ha tenido siempre Google es buscar formas de extender el acceso a Internet. Hace casi una década comenzó a comprar fibra oscura de forma masiva en algunas regiones de EEUU, para proporcionar acceso residencial a Internet de alta velocidad unos años después en forma de Google Fiber.

De un tiempo a esta parte la compañía de Mountain View ha estado buscando nuevas formas de conseguir llegar a zonas a donde no llegan infraestructuras cableadas, estudiando el uso de globos y drones para ello. Su siguiente paso va a consistir en invertir unos cuantos miles de millones en una flota de satélites para conseguir su objetivo.

El problema de los satélites geoestacionarios es el retardo que introducen al estar posicionados a 36.000 km sobre el ecuador. Para solventar este problema Google ha puesto al frente del proyecto a Greg Wyler, fundador de 03b Networks Ltd., situando en órbita satélites a una cuarta parte de dicha altura, reduciendo el retardo a poco menos de 150 ms. Para que os hagáis una idea, de España a China los tiempos no suelen bajar de 200 ms. Aun así Google pretende colocarlos en una órbita más baja, reduciendo además el peso de los satélites en más de una quinta parte de lo que O3b emplea actualmente, dejándolo en 113 kilos.

El proyecto es una grandísima iniciativa. Ahora bien, que sea una iniciativa totalmente altruista es otra cosa. Sin duda, es una forma de conseguir llegar a aquellos mercados emergentes en los que su presencia es mínima, y de adelantarse a la competencia.

Vía: IEEE Spectrum.