Google se sigue enfrentando al escrutinio de las agencias gubernamentales antimonopolio, pero también a las demandas colectivas. En este caso en el estado de California, en el que el abogado que ganó la demanda contra Apple por fijación de precios de eBooks ha demandado a Google por monopolizar el mercado de los buscadores en Android a través de tratos secretos.

No creo que os sorprenda, por que se trata de los Mobile Application Distribution Agreements, o si lo preferís Google Mobile Services que obliga a los fabricantes a aceptar Google Search, Maps, Gmail y otras aplicaciones a cambio de no incluir otras aplicaciones de terceros que podrían ser mejores y más favorables para los usuarios.

Esta acción se ha emprendido en EE.UU, pero es cuestión de tiempo que la Comisión Europea, con Joaquín Almunia como responsable de Competencia, plantee lo mismo a este lado del charco. Es evidente que Google está utilizando su posición y la "necesidad" de los usuarios de los servicios de Google para aumentar los ingresos de publicidad derivados de Google Search.

Desgraciadamente no es nada nuevo, y Microsoft ya sufrió la ira de la Comisión Europea debido a que Windows no daba opciones de instalación de otros navegadores que no fueran Internet Explorer y que le valió una multa por monopolio elevada. Esto es la misma situación: Google se basa en la posición de mercado de Android (mercados como el español en el que está en el 90% de los smartphones) para forzar a los fabricantes a incluir sus servicios de búsqueda, localización y otras aplicaciones.