Durante algo más de una década las consolas han estado prohibidas en China. El Ministerio de Cultura consideraba que atentaban contra los valores en los que se sustenta la república comunista, además de degradar las mentes de los más jóvenes. Afortunadamente el nuevo régimen de comunismo de mercado (su forma de llamar al capitalismo) decidió el pasado año levantar dicha prohibición.

Para eso Microsoft ha tenido que establecer fábricas en la región especial de comercio de Shanghai, además de aliarse con una compañía local BesTV, desde donde se empezará a vender la Xbox One en (casi) toda China el próximo septiembre. Esto puede darle un importante empujón a las ventas de la consola, que ve cómo empieza a estar claramente por detrás de la PlayStation 4 en cuento a interés por parte del consumidor.

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Vía: The Verge.