El trato entre Microsoft y Nokia para la compra de la división de móviles de la compañía finesa incluye la transferencia de todas sus plantas de fabricación de teléfonos distribuidas por todo el mundo. Una de esas plantas situadas en la India está causando un quebradero de cabeza a Nokia ya que el gobierno de estado en el que está construida reclama a la compañía 300 millones de euros en impuestos impagados en los últimos años.

El gobierno asegura que los teléfonos producidos en esa planta se han vendido en India en vez de ser exportados, por lo que están sujetos a impuestos sobre la venta de los mismos. Es un argumento, y la cifra, que Nokia ha calificado como absurda. La próxima semana la compañía tendrá que acudir a los tribunales para exponer su posición sobre el asunto.

Esta situación no afecta al acuerdo entre Microsoft y Nokia, que esperan se cierre del todo antes de final de mes y se pueda anunciar en la conferencia de desarrolladores BUILD 2014 el 2 de abril.

Vía: Phone Arena.