Tras un 2013 en el que Samsung parecía que estaba cortando relaciones con Google, incluso evitando mencionar que sus teléfonos usaban Android, este 2014 la compañía coreana ha dado un giro de 180 grados. A la siempre omnipresente marca "powered by Android" en el Galaxy S5 le acompaña el importante apoyo a otro de sus sistemas operativos, Chrome OS.

Lo hace en forma de dos portátiles con una característica interesante, aunque sólo sea por su aspecto: una tapa con acabado en cuero, similar a la del Galaxy Note 3. Son dos modelos con pantallas de 11,6 (resolución de 1366x769 píxels) y 13,3 pulgadas (1920x1080 píxels), que llevan respectivamente procesadores Exynos 5 Octa a 1,9 y 2,1 GHz.

Ambos incluyen 4GB de RAM, un SSD de 16GB, webcam, batería de hasta 8 horas de duración, entre 1,2 y 1,5 kilos de peso, y una serie de puertos para cubrir las necesidades de la mayoría de usuarios pero sin grandes alardes (1 puerto HDMI, 1 USB 3.0 y 1 USB 2.0). También incluye lector de tarjetas microSD. El precio del modelo de 11,6 pulgadas es de 319 dólares y el de 13,3 pulgadas es de 399 dólares, y estarán a la venta a partir de abril.