La compañía estadounidense Boeing ha presentado hoy su primer teléfono Boeing Black pensado para proporcionar la máxima seguridad a las comunicaciones del usuario. Algo parecido al Blackphone presentado en el MWC, pero con importantes ventajas para el sector gubernamental: si se intenta abrir su carcasa, los datos del teléfono se borran y el teléfono se vuelve inservible.

Boeing tiene una buena cantidad de contratos con el Departamento de Defensa de los EE.UU, y una de esas colaboraciones ha desembocado en la idea y fabricación del Black, tras 36 meses de desarrollo. El teléfono está fabricado en suelo estadounidense con unas características que permitirán correr fluidamente una versión modificada de Android aunque no sean las mejores del mercado: pantalla de 4,3 pulgadas con resolución 960x540 píxels, LTE/WCDMA/GSM, procesador de doble núcleo a 1,2GHz Cortex A9, Bluetooth 2.1, lector de tarjetas microSD.

Lo importante, además de la "autodestrucción" del terminal si se intenta abrir o la comprobación de la autenticidad del sistema operativo, reside en las comunicaciones seguras. Cuenta con doble ranura SIM para poder, por ejemplo, utilizar una línea gubernamental segura y otra de la red de telefonía de consumo. Además cuenta con un puerto de expansión en la parte posterior en el que se le puede acoplar distintas mejoras, como más batería, un lector de datos biométricos o un módulo de comunicaciones por satélite.

Poco más se sabe del teléfono ya que la mayor parte del proyecto es información clasificada, como las empresas involucradas en su fabricación. En la página de TechCrunch hay un vídeo sobre el teléfono que podéis ver para saber más sobre el. El teléfono lo pondrá directamente a la venta Boeing a un precio todavía por anunciar.

Vía: TechCrunch.