El culebrón Nexus 4 ya pasó a mejor vida hace unas semanas ante la falta de noticias sobre cuándo se pondría otra vez a la venta. Por eso, en la campaña de Navidad el claro vencedor ha sido el Galaxy S III, que se puede adquirir desde tan solo 430 euros, y al menos este lo puede comprar quien quiera y cuando quiera.

Ahora, las declaraciones de un ejecutivo de LG vuelve a traer al Nexus 4 a la memoria, ya que niega que haya algún problema en la producción del terminal, y que todo va según lo acordado con Google. Pero Google hace unas semanas decía que el problema estaba en el suministro por parte de LG. Y no se volvió a saber nada del tema por ninguna de las dos partes, hasta ahora.

Si no recordáis a nadie que lo tenga en vuestro círculo de amigos, es normal. Las estimaciones arrojan que de septiembre a diciembre sólo se han producido 400.000 unidades del terminal, y esto sería el factor clave para entender toda la situación y que siga sin estar de vuelta a la venta.

Claro que, siguiendo mi línea de pensamiento conspiranoica, como digo desde noviembre y cada vez va cobrando más fuerza, Google se habría dado cuenta de que vender un móvil de 600 euros a 300 euros es perjudicial para su Android y los demás fabricantes y habría ordenado a LG reducir la producción del móvil al mínimo. Quien dice "darse cuenta" también se podría decir "presionado por los demás fabricantes de móviles con Android".

Porque seamos sinceros: si tienes el Nexus 4 por 300 euros y el Galaxy S III por 480 euros (en octubre-noviembre era su precio aproximado), prácticamente iguales (según gustos, claro), ¿alguien querría gastarse 180 euros de más en un S III? O incluso el Nexus 4 podría ser mejor ya que cuenta con 2 GB de RAM y el S III con 1GB (aunque el software propio de Samsung preinstalado en el SIII es envidiable). Pues la respuesta es un sonoro no.

Así que vamos a descartar teorías de fallo de cálculo de Google en la estimación de ventas (imposible porque tiene todas las de anteriores Nexus, y no creo que pensaran que sólo venderían 200.000 unidades al mes, no vende tan poco ni el Lumia 920), ni que se trate de tantear el mercado para ver su acogida, ni paridas similares que quieran quitar el fallo de la falta de stock de Google. Llamémoslo por su nombre: presiones del sector de smartphones para que Google no les quitara los pocos beneficios que obtienen. Y más teniendo en cuenta que Google lo está vendiendo casi a precio de coste.

En este panorama, Samsung claramente quiere optar por Tizen, el sistema operativo basado en HTML 5 y también desarrollado por Linux Foundation, y si le sale bien la jugada este año, quizás al próximo le diera la patada a Android. Y ese sería el principio del fin para Google en el entorno de móviles. Pero como eso no lo quiere Google, obviamente ha tenido que recular de mala manera de la única forma que podía: pactar con LG una nueva cantidad de producción mensual muy inferior a su decisión inicial.

Y esto es lo único que tiene lógica y explica la falta de demanda. ¿Cuál es tu opinión?