Los Ultrabooks son esa gama de portátiles muy finos y con tiempos de arranque bajos. Y esto es así porque Intel es el que dice qué características deben tener para que las empresas los puedan anunciar con la certificación de Ultrabook, ya que es una marca que tiene registrada.

Actualmente están caracterizados por tener un grosor inferior a 1.8 centímetros y un tiempo de arranque de Windows de menos de 10 segundos. En la nueva generación de Ultrabooks con procesadores Haswell, la cuarta, que aparecerá a finales de año, tendrán dos nuevos requisitos: que tendrán que tener un precio a partir de 600 euros y disponer de pantalla táctil. Quizás esto último sea una concesión a Microsoft y su Windows 8 más que algo verdaderamente útil para el usuario.

Gracias a la reducción del consumo de los nuevos procesadores Haswell, que incluye hasta un 95 por ciento menos cuando el ordenador está suspendido, aseguran que la batería de los Ultrabooks llegará hasta las 13 horas, haciéndolos los mejores del mercado. Algunos de los que están por llegar tendrán consumos inferiores a los 10 watios, y soportarán pantallas de resolución 4K (esto es, hast 4096 x 3072 píxels).

Los procesadores Haswell se ponen a la venta a mediados de 2013 (si no hay retrasos), así que los primeros Ultrabooks Haswell se podrán ver a finales del tercer trimestre de 2013, o ya finalizando el año.