Pese al patinazo de Apple al presentar el iPhone 5 como el teléfono más delgado el pasado septiembre (con 7.6 mm de grosor), el título lo tenía el smartphone chino Oppo Finder con tan sólo 6.65 milímetros. Ahora, también procedente de China, viene Vivo X1, reduciendo el grosor todavía más hasta los 6.55 milímetros, a quitarle el título.

El mercado chino está en plena ebullición, y pese a no salir muchas veces los smartphones de sus fronteras, no significa que no sean productos de calidad con un diseño excelente. El móvil tiene igualmente unas características nada pobres, con un doble núcleo a 1.2 GHz, 1GB de RAM, 16GB de almacenamiento interno, pantalla de 4,7 pulgadas qHD, cámaras de 8 megapíxels frontal y trasera de 1.3 MP, y Android Jelly Bean 4.1. Su precio estará en los 400 dólares (2.498 yuanes).

Curiosamente lleva una batería de 2.000 mAh, lo cual me lleva siempre a la misma pregunta: ¿no sería mejor que tuviera un grosor de 9.55 milímetros y durase la batería tres días? Igual deberían en vez de recortar tanto grosor, que no tiene absolutamente ninguna utilidad práctica, plantearse aprovecharlo para meter más batería.