Este titular sonará familiar, pero no me he equivocado al escribirlo. No he querido decir "Apple" y "iPhone" (que tampoco sorprendería porque ya les ha pasado dos veces), sino "Google" y "Nexus 4". Y al parecer, fue en un bar (esto también me resulta familiar) de San Francisco el mes pasado.

La revista Wired ha publicado la historia sobre cómo un camarero del bar 500 Club de San Francisco, Jamin Barton, se encontró con un móvil perdido una noche, que nadie reclamó. Tras hablar con un parroquiano del bar al día siguiente de nombre "Dave", este decidió hablar con Google porque creía que lo que tenían allí era el nuevo Nexus. También el que pusiera Google en la parte trasera del móvil y "Not for sale" le ayudaría a deducirlo.

Al volver después de hablar con la gente de Google, su sopresa fue mayúscula porque le dijeron que podían ser acusados de complicidad en un crimen (tener en nómina empleados tan poco hábiles como para perder prototipos sí que debería serlo, y no el encontrarte un móvil que alguien ha extravado). La "Google Police" estaba en camino. Un empleado de Google especializado en este tipo de situaciones, llamado Brian Katz, se citó con ellos. Tras alguna que otra amenaza de denunciarles (no se sabe muy bien de qué) por el extravío del Nexus, lo acordado entre Barton y Katz fue que recibiría un móvil gratis si mantenía el incidente en silencio.

Está claro que con empleados que pierden prototipos es difícil hoy en día que la presentación de un nuevo móvil sea una sorpresa. Eso sí, Barton cumplió su palabra, pero semanas después se filtraron a través de una web de Bielorrusia las primeras imágenes del Nexus 4. Pero Wired ha debido de pagarles más por la historia.