Parece que Kim Dotcom es de ideas fijas, y su intención es resurgir de sus cenizas eliminando los puntos débiles de Megaupload. Entre ellos están la privacidad de los usuarios y de los archivos que almacenarían en los nuevos servidores de su servicio de subida de archivos Mega.

De esta forma, al subir cualquier archivo quedaría inmediatamente encriptado, y el usuario el único que dispondría de la clave para ver sus contenidos. Esa clave de desencriptación no sería almacenada en ninguna parte de Mega. Por lo tanto, la empresa no tendría la forma de saber qué tipo de material está subido a los servidores, y la responsabilidad de los contenidos correría a cargo de los usuarios que los suban.

Además, todos los contenidos estarían guardados de forma redundante en dos servidores distintos de dos países distintos. Con esto evitarían una nueva redada del FBI que dejase a los usuarios sin acceso a sus archivos. También a partir de la salida de este nuevo servicio, subir dos veces el mismo fichero crearía dos copias del mismo con dos claves de encriptación diferentes.

Como última medida para protegerse de demandas, están preparando una herramienta para las empresas de gestión de derechos de autor y similares. Con ella, si se hacen con la clave pública de un archivo encriptado y ven que es contenido con copyright, podrían eliminar de los servidores dichos archivos. A cambio obligarían a esas empresas a firmar su renuncia a demandar al servicio Mega.

La verdad es que Kim Dotcom esta vez está gastando mucho dinero en abogados e ingenieros para, como he dicho, eliminar los puntos débiles que tenía el servicio Megaupload. En cuanto se ponga en marcha, no será raro el que se creen nuevas comunidades cerradas de compartición de contenidos, de las que han proliferado en los últimos meses y que se puede entrar a ellas sólo bajo invitación.

Como todo, siempre hay puntos oscuros o difusos que dejan que pensar. Por ejemplo, ¿qué ocurriría si en el servicio Mega se guardaran los planos de la Estrella de la Muerte? Nadie lo sabría, ni sería capaz de saberlo nunca. Bromas a parte, el nuevo servicio de Dotcom se va a convertir en un lugar en el que guardar secretos, al igual que algunos hacen con los depósitos en los bancos de Suiza.