Ya os comentaba recientemente que los últimos retrasos en la distribución de los ordenadores Raspberry Pi, tenían que ver con la imposición de pasar las regulaciones de emisión electrmagnética europeas y por tanto conseguir el marcado CE. Finalmente han conseguido pasar todas las pruebasy por tanto conseguir la citada certificación.

Tener el marcado CE, les permite ser vendidos como cualquier otro producto electrónico sin ninguna clase de limitación ni tener que ser relegado a la categoría de prototipo. Además al ser una de las normativas más restrictivas, le da certificación automática para otras regulaciones como la de Estados Unidos, Australia y Canada.

Luego, llegados a este punto, una vez acaben las gestiones de caracter burocrático, ya no les quedan más excusas para que de una vez se empiecen a vender y lleguen a los usuarios. Una buena noticia para todos los que deseamos tener un Raspberry Pi, espero que no nos encontremos con nuevas sorpresas.