Hace unos días salió un estudio que afirmaba que Google intencionadamente había creado un código para pasar por alto las preferencias de privacidad del navegador Safari para recabar información de los usuarios. Ahora, Microsoft afirma que su navegador también ha sido víctima de prácticas similares.

Exactamente, el problema viene del tratamiento de las cookies, para el cual Google habría encontrado la manera, a través de un código embebido en algunas páginas, de obligar a aceptar al navegador las cookies de Google independientemente del nivel de privacidad elegido por el usuario. Estas cookies recogerían las páginas visitadas por el navegador para ser utilizadas de cara a la publicidad que se muestra en las páginas. En ningún momento almacenarían información personal del usuario.

Es una clara manera de distraer a la opinión pública, alarmando de ese posible espionaje por parte de Google. Cuando en realidad se tratan de problemas de seguridad de los navegadores mencionados. Que dicho sea de paso, ambos son conocidos por sus continuos problemas de seguridad. Luego, deberían preocuparse de resolver los problemas de seguridad de sus navegadores en vez de atacar a Google, que al fin y al cabo se dedica a utilizar los medios que estos navegadores le dejan para su negocio.