Los recientes rumores de las posibles características del futuro Samsung Galaxy S III parecen confirmar lo que todo el mundo esperaba: un telefóno extremadamente potente.Pero, ¿no tenemos ya suficiente?

Esto rumores se cumplirán con ligeras modificaciones en las características del terminal porque es el siguiente paso lógico: más potencia de procesador, mejor sistema operativo y, según parece que será su punto fuerte (aunque a mí me sigue sin convencer) la inclusión de 3D tanto como para la pantalla como para las cámara, lo que permitiría captar fotos y vídeos en 3D. Por supuesto, tendrá más RAM, más megapíxeles, mejor pantalla... Más mejor todo.

Más, más y más, y yo me pregunto… ¿para qué? Como buen geek, yo soy el primero que se vuelve loco por un cacharro nuevo con estas características. Pero pensándolo fríamente, ¿cuatro núcleos? ¿Para qué? ¿Mejores juegos? No lo creo. Aunque son un buen complemento, nunca fueron la finalidad de un móvil. ¿Para las aplicaciones? Seamos sinceros, no hacen falta cuatro núcleos para el Evernote o Google Maps, ¿poder instalar SO con mejores características? Aún estoy sorprendido con las capacidades de Ice Cream Sandwich, pero ya se ha demostrado que puede correr fluidamente en móviles como el Galaxy S o el HTC Desire.

Es cierto que hay que hay que aumentar la potencia de los dispositivos, los tiempos avanzan y las posibilidades de nuestro teléfono aumentan de manera exponencial, y para poder realizar todas estas funciones nos hacen falta mejores móviles. Pero todavía no ha pasado un año desde que se anunció el primer móvil de doble núcleo y ya estamos “duplicando” esa potencia, usando el mismo software. Entonces, ¿por qué corren tanto las compañías?

Pues la respuesta es la que todos ya sabéis: DINERO.

Lo acaban de demostrar hace muy poco. Nada más salid Android ICS, muchas compañías, como la propia Samsung, han decidido no actualizar sus teléfonos más “antiguos” (o todo lo antiguo que resulta el Galaxy S) con excusas absurdas, aunque ahora parece que se retractan. Esto tiene un claro mensaje: compra nuestro teléfono de última generación. La verdad es que puede resultar un mensaje algo despiadado, pero no tenemos que olvidar que vivimos en una sociedad capitalista y el objetivo de las empresas es hacer dinero. No son hermanitas de la caridad, no ganan dinero actualizando teléfonos y por mucho que nos fastidie, es una especie de “favor” que nos hacen para ganarse nuestra lealtad.

No me parecería mala idea que las compañías pensasen en cómo alargar la vida de un móvil, para que así la gente fuera dando pequeños saltos de un modelo al siguiente, no como ahora que de una HTC Hero pasas a un Galaxy S II. Una posibilidad sería ampliar las capacidades de software de los mismos y aquí me viene un claro ejemplo a la cabeza que es Apple y Siri. El iPhone 4S supuso una gran decepción para muchos, pero sin embargo la inclusión de Siri para mi fue clave: teníamos un teléfono más potente pero con un cambio de software novedoso, al que se sumaba el iOS 5 que empujaba a la gente a hacerse con el teléfono.

¿Pero lo que quieres entonces es que tenga el mismo móvil durante 30 años? No me malinterpretéis, no quiero volver a la edad oscura sin tecnología, solo pido que todo vaya en consonancia, software y hardware. Muy bien dicho Poor-Man, estoy de acuerdo contigo totalmente, ¿pero qué podemos hacer los usuarios? Muy fácil: tenemos que resistir nuestros impulsos geeks y aguantar la tentación de comprar siempre el último modelo de movil. Si las compañías ven que las ventas de sus dispositivos más punteros aumentan lentamente, en vez de que se disparen y vendan 4 millones en una semana, seguirán sacando móviles nuevos cada 3 semanas, y esto a su vez desembocará en una superpoblación de móviles que terminarán doblegando a la raza humana y usándonos para comunicarse entre ellos…

Bueno quizás esto no ocurra, pero id cogiendo provisiones… por si acaso.