El escándalo sexual de Harvey Weinstein, uno de los productores más importantes de Hollywood y que habría supuestamente acosado sexualmente a decenas de actrices e incluso supuestamente violado a una decena, ha abierto la caja de Pandora. Actores como Dustin Hoffman ahora se han convertido en supuestos acosadores y depredadores sexuales tras los relatos públicos de varias ofendidas, pero el que se ha llevado el golpe más duro por ahora es Kevin Spacey.

La estrella de la serie televisiva House of Cards, pero que también ha hecho sus pinitos en el mundo de los videojuegos con Call of Duty: Advanced Warfare, fue acusado por Anthony Rapp, estrella de Star Trek: Discovery, de abusar de él cuando tenía 14 años y Spacey 26 años. Tras ello, surgieron quejas en el rodaje de la sexta temporada de House of Cards, y tras constatar la gente de Netflix y la productora de la serie que Spacey había estado acosando a los miembros varones de la plantilla de la serie de manera continuada —Spacey es ahora abiertamente gay, para desviar la atención—, Netflix ha decidido zanjar su relación con el actor.

Eso deja huérfana la serie por ahora, y no creo que se pierda gran cosa el mundo del espectáculo; la serie ya se estaba haciendo cansina y estaba sin rumbo, pasable de ver pero para nada original o interesante como la primera temporada. Puede que los productores de House of Cards opten por retomar la serie matando al personaje de Frank Underwood, aunque también se está valorando crear series derivadas con otros personajes de la serie, como el asistente Doug Stamper.

La cancelación también afecta a la película Gore, sobre Gore Vidal y producida por Spacey, que estaba en fase de posproducción.

Vía: TechCrunch.