La actual expansión de World of Warcraft no ha ido como Blizzard esperaba, mayormente por la coyuntura sanitaria que ha habido durante los últimos dos años y medio. Los desarrolladores de videojuegos han tenido problemas a la hora de desarrollarlos, entre otros problemas que ha habido dentro de Activision Blizzard. Lo que esperan los fanes del juego es que Dragonflight sea mejor. De momento ya tiene fecha de lanzamiento, que es el 28 de noviembre.
Blizzard da algunas vueltas de tuerca a esta expansión, la cual se desarrollará en las islas Dragón. Por ejemplo, la inclusión de una raza, la dractir, que a su vez tienen una única clase de personaje, el evocador. Es una clase con dos especializaciones, a distancia y sanador. También recupera, increíblemente, los árboles de talento que era una de las cosas que más pedían los jugadores. Al menos los más veteranos.
Hay una montura especial, un draco, disponible a los jugadores con la habilidad de jinete de dragones, con capacidad de personalización como apariencias o actualización de su velocidad o techo de vuelo. Se revisan las profesiones, bastante dejadas de lado en Shadowlands, para que tengan una mayor utilidad con más herramientas y características.
Blizzard también actualiza aspectos básicos del juego, como la posibilidad de personalizar totalmente la interfaz. Viene a hacer lo que llevan haciendo desde hace dieciséis años multitud de complementos: poder mover marcos, su tamaño, reubicar el map, etc. Hay nuevas mazmorras, nueva banda el 12 de diciembre, junto a la primera temporada de JcJ, y bastantes más cambios.
