Intel está pasando por un periodo peliagudo debido a un par de décadas de malas decisiones y amorrodamiento mientras AMD resurgía de sus cenizas y los procesadores ARM siguen aumentando su cuota de mercado. La elección de Lip-Bu Tan como director ejecutivo ha reforzado el frente de la producción de chips, que es algo en lo que puso el foco su exdirector Pat Gelsinger. Son buenas noticias, y lo serán más si la litografía 18A tiene el éxito que se espera. Pero Intel sigue con problemas de liquidez, y la directiva ha tomado la decisión de no apoyar nuevos productos si no ofrecen un 50 % de margen bruto.

Es el punto que siempre se ha marcado como en el que una empresa puede tener benecios sostenidos en el sector de los chips, por lo que es un margen bruto bastante razonable. Así lo ha indicado Michelle Johnson Holthaus, directora de Intel Products, que viene a vender lo desarrollado por divisiones dentro de la compañía como la de Computación de Cliente, Centros de Datos e IA. Viene a ser la directora de operaciones de Intel, pero con otro nombre y como responsable de un grupo concreto dentro de la compañía.

Ha indicado que tendrían que haberse puesto ese objetivo antes, y eso que Bob Swan estudió empresariales y fue el anterior director ejecutivo a Gelsinger. Si es que Intel ha tenido una serie de nefastos directores ejecutivos desde finales de los 2000, y cuando viene uno que lo estaba haciendo bien, le explota las dos décadas de estupideces en la cara. Afortunadamente su trabajo en las litografías está siendo aprovechado.

Ese 50 % de margen bruto no es algo que vaya a imponerse en todas las partes de la compañía, pero es el objetivo que deberían tener productos como los próximos Panther Lake o Nova Lake. La cifra procedería del propio Lip-Bu Tan en su intento por reflotar las cuentas de la compañía y reorientarla al diseño y producción de chips. Todo lo demás serán proyectos colaterales de menor importancia.

Vía: Tom's Hardware.